CONCIENCIA PLANETARIA
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13 horas de cada pa?s env?a un pensamiento de PAZ al coraz?n de los
hombres
La secci?n
"Art?culos" de la Web de Conciencia Planetaria, puede parecer que
est? vac?a pero resulta que los art?culos se encuentran
colocados de Abajo - Arriba.
SEMANA DE LA
TIERRA
Despu?s de la Muerte...
Paseo por las Esferas a recoger la
cosecha
Muerto Juan, al instante ve toda su vida pasada y se sorprende de
los que lloran ante el cuerpo que ha dejado.
Luego comienza
a caminar por un largo pasillo de luz maravillosa y llega a la
primera de las estancias que es la lunar; es fr?a y como un gran
almac?n lleno de cajones. Recorre la tremenda estancia y se da
cuenta que cada caj?n corresponde a un ser humano y que en dichos
cajones est?n los hechos y las im?genes del minuto a minuto de la
existencia vivida en la Tierra. Llega al suyo y se queda
perplejo ante las cosas m?s insignificantes que all? aparecen.
Es como si la
Luna estuviera metida en todos los instantes de su
vida anterior y escudri?ando las acciones, los pensamientos, los
sentimientos, lo imaginado, lo so?ado. Todo, absolutamente todo lo
que ha realizado en la existencia precedente.
Toma el
gran libro de esas anotaciones y sigue caminando por el pasillo
luminoso hasta la siguiente estancia. All? le salen a recibir seres
bellos con una cabeza muy grande, tremendamente sabios y rodeados de
una beatitud inmensa. Sus t?nicas blancas mas que de tela parecen de
amor vaporoso. Por un tiempo se miran y luego uno de los presentes
le dice: "Nosotros somos la representaci?n de la jerarqu?a
planetaria de Mercurio y estamos encargados por el Cristo Solar de
anotar tus virtudes y tus defectos en cuanto a lo que pensaste, lo
que dijiste y lo que estudiaste. Aqu? tenemos registradas tus
mentiras, tus aciertos, tus blasfemias, las palabras mas quedas con
los gritos mas altos. Por ello, querido hijo, es hora que hagamos
balance de todo lo que realizaste".
Y
se sientan ante la mesa y es abierto el libro que gobierna la mente
y la palabra de Juan; se hace arqueo de las faltas y aciertos, se
constatan las debilidades y se reafirman las virtudes. Terminada la
cuenta, le es entregado el libro, que lo pone sobre sus espaldas
junto con el de la
Luna, y sigue caminando con m s peso hacia la
siguiente estancia por el pasillo de luz que contiene sus
pasos.
Llega ante otros seres a?n m?s bellos que los anteriores. En ellos
no solamente se define la belleza sino la armon?a, la m?sica y el
amor con may?sculas. Tambi?n all? le hablan de esta manera: "Hijo
m?o, nosotros somos la representaci?n del logos planetario de Venus
y estamos encargados por el Cristo Solar de anotar tus defectos y
tus virtudes en torno al amor y al sentimiento. Es aqu? donde est?n
registradas tus relaciones humanas, tu amor y la vida con tu esposa
en el sentimiento. Tenemos tambi?n las expresiones bellas de la
m?sica y del arte as? como las pasiones dirigidas por el amor y los
defectos contra ?l".
Y
se sienta ante la mesa con el gran libro de Venus abierto y se hace
el arqueo y se constata cuantos aciertos y virtudes se han cometido.
Terminada la cuenta, se carga este libro y con m?s peso de
conciencia sigue por el pasillo a la siguiente
estancia.
Y
caminando, por no decir volando, llega a la Tierra y all? es
recibido por seres tambi?n bellos y radiantes de luz. Uno de ellos
toma la palabra y le dice: "Querido hijo, en el aura de este planeta
est?n grabadas las acciones de toda tu vida. Fuiste jardinero y se
te dieron tantos talentos. Mira ahora cual ha sido tu cosecha y
cuantos talentos has producido. Y Juan camina por los senderos de la
conciencia de cuanto impregn? con su paso y sus acciones as? como
con sus pensamientos. Y apunta en su libro las responsabilidades de
su paso y se da cuenta que si un ni?o muere en la Tierra, ?l tiene
una responsabilidad compartida, y si un ?rbol se rompe, ?l ha
contribuido con su indiferencia o inhibici?n a que as? ocurra.
Tambi?n ve las virtudes y las buenas acciones, y con todo el libro
sigue caminando hasta la siguiente estancia.
Los seres que ahora salen a recibirle son tambi?n plenos de poder
pero muestran un rostro de energ?a y de fuego impulsivo que le da
cierto miedo.
-Nosotros,
hijo m?o, somos la jerarqu?a de Marte, que tenemos la misi?n de
registrar los procesos de tu ?mpetu, de tu ira, de tu violencia y de
la energ?a que se te entreg? en tu d?a al tomar
cuerpo.
Y Juan mira el
libro y comprende cuanto de bueno y malo ha realizado respecto de
estas virtudes, y se asombra, ya que como en los casos anteriores,
hasta el m?s peque?o de sus pensamientos qued? anotado. Hecho el
balance, carga otro libro sobre su espalda y camina de nuevo con m?s
peso que antes.
Y
el pasillo muestra ahora una gran estancia que est? gobernada
por la jerarqu?a de J?piter. Tambi?n en este caso hay representantes
armoniosos y poderosos. Est?n anotadas todas las acciones en
banquetes, en placeres y en excesos. Pero tambi?n las virtudes en
cuanto a religi?n, grandeza de alma y generosidad. Se da cuenta de
que la suerte no existe. Todo son causas y efectos ?nterconexionados
convocados en aquel instante. Nada se atribuye al azar.
Siente que
esta jerarqu?a es m?s bonachona y con deseo constante de mejorar la
vida de Juan. En definitiva, los mejores benefactores del ser
humano.
Este logos
brinda energ?as muy poderosas para el bien pero si no se saben
digerir, se puede entrar en los excesos y en la zanganer?a del
consentimiento.
Toma el libro
con todas sus faltas y camina de nuevo con mayor peso hacia la
estancia de Saturno.
Aqu? hay m?s rigor que en las otras. Es una estancia fr?a pero
majestuosa de poder y de rectitud moral. Parece un eterno tribunal
presidido por ancianos curtidos de dolor pero sabios en lo
correcto.
La jerarqu?a
de Saturno le muestra los dolores, las enfermedades que padeci?, las
maldades m?s bajas del alma y cuanto concierne a la limitaci?n del
ser humano.
Tambi?n le
muestran lo que a trav?s de dicho esfuerzo consolid? y form? en s?
mismo como s?lido cimiento para posteriores vidas. Uno de los
ancianos sabios y beat?ficos le dice: "Nosotros, querido hijo, somos
mal aceptados en vuestra conciencia pues parecemos
duros.
Ciertamente
aqu? est? el tribunal del Cristo Solar, pero tambi?n es verdad
que "no hay justicia sin amor ni amor sin justicia", s?lo el justo
puede ser bondadoso y no d?bil. El d?bil no es justo ni
bueno".
Y tomando el
libro tan pesado de Saturno camina hacia la estancia de
Urano.
Aqu? la jerarqu?a tiene otro aire distinto, como si adem?s de
representar al Cristo Solar estuvieran tambi?n enganchados de toda
la galaxia y tuvieran que dar cuenta de los actos de Juan a otras
estancias. All? le dijeron: "Querido Juan, aqu? est?n los actos
contra la fraternidad y la amistad. Tus anarqu?as, tus des?rdenes,
tus cambios de vida y c?mo los concienciaste. En funci?n del estado
de conciencia adquirido te debemos mostrar tus aciertos y
errores".
Y
Juan de nuevo toma nota de sus acciones, y por primera vez, en esta
estancia, se da cuenta que sus actos trascienden de su propio nivel
particular y se proyectan al colectivo. Ya no s?lo son los ojos
interiores del sistema solar los que le observan sino otras
estrellas reclaman su comportamiento c?smico que ya debe comenzar a
aprender.
Y
camina de nuevo aplastado por la conciencia de los libros de la vida
hacia Neptuno, donde est?n los seres que rigen el misticismo y la
armon?a m?s elevada del esp?ritu, pero tambi?n la negaci?n del mismo
en la disoluci?n, los vicios y el desamor, los suicidios, la droga y
todo cuanto a este mundo concierne. Y hace el arqueo para llevarse
otro libro a la estancia de Plut?n donde de nuevo le esperan los
seres superiores de este logos planetario que le hablan del sentido
de la muerte y donde est?n anotadas las faltas contra el sexo, los
excesos y las traiciones; las muertes y sus reaciones ante las
muertes de sus seres queridos. Est?n all? tambi?n anotadas todas las
frecuencias de transformaci?n y la regeneraci?n de su vida pasada.
Se hace el arqueo de cuanto vivi? y aconteci? en la existencia
precedente.
Y
Juan camina y camina a?n dos estancias m?s donde le son realizados
los mismos an?lisis. Se le entregan sendos libros de conciencia
hasta llegar al final del pasillo luminoso que ahora se inunda de
bien y de poder. Ha llegado al Cristo, al Sol, a la morada de todos
los esp?ritus que nacieron de la divina explosi?n que lo
form?.
Seres
impresionantes, sembradores de vida y los llamados "Dioses", salen a
su encuentro y en una armon?a infinita llegan ante s? mismo, ante el
esp?ritu, ante su propia identidad, cargado con el peso de la
conciencia de tanto libro, de tanta falta, de tanta l?grima y de
tanto suspiro. Pleno de poder y henchido de consciencia grita con
poderosa voz: "?Ego Sum!" y vibra al un?sono de la melod?a de las
esferas y se siente y vive en Dios y es Dios en primera persona.
All? aprende y comprende cuanto de mal ha hecho, pero en ese eterno
tiempo que a la vez es corto, se le deja vislumbrar los pelda?os del
Padre Creador; el Sol gal?ctico central, donde vive el padre solar
que dio vida al Cristo que nos contiene. Postrado ante tanta belleza
se siente peque?o y dice: "Retornar? de nuevo al mundo de la materia
y esta vez donde hay odio pondr?? amor, donde hab?a hambre pondr??
abundancia, donde hab?a maldad pondr?? bondad. Pagar? todas mis
deudas, limar? todas las asperezas y allanar? todos los
caminos".
Abandona el Sol en esp?ritu puro para descender de nuevo. Lo primero
que ahora ve son doce estancias donde se almacenan todas las
virtudes y todas las formas en positivo y en negativo del alma y de
la voluntad. Son los registros del sistema solar que anotan todo lo
que se ha experimentado en torno al mismo.
La primera estancia se llama Aries y en ella se anotan las formas de
los cuerpos f?sicos de los hombres. Las faltas y virtudes contra el
valor, la violencia y la fuerza. En Aries est?n miles de millones de
formas y maneras humanas realizadas por todos los seres de
la
Tierra, como un taller inmenso que puede ser
utilizado como se utiliza una computadora con un gran banco de
memoria.
Luego viene Tauro con todo lo relativo a la naturaleza, a los
bienes, a los placeres... Luego G?minis donde se dan las
experimentaciones, formas, modos y maneras del intelecto y de la
cultura humana as? como de la expresi?n. Luego C?ncer repleto de
hogar, amores y desamores contra este concepto. Sigue la estancia de
Leo con todo el poder del ego y de la voluntad metido en un lugar
donde tambi?n tienen anotados los nacimientos, la vida y forma de
los ni?os y la ni?ez. A continuaci?n Virgo, con las miles de formas
y maneras de servir, de trabajar y de producir. Est?n all? anotadas
las enfermedades de la Tierra de todos los seres humanos, as?
como la salud y las acciones de todos los m?dicos de la Tierra.
Sigue la estancia de Libra que anota los amor?os y
los matrimonios as? como el arte y la justicia de todos los seres
humanos. Escorpio, la siguiente, lleva los dinamismos de todas las
acciones sexuales de los animales, de los hombres y de la fecundidad
a trav?s del sexo, tambi?n est?n anotado los procesos de la muerte
de todos los seres. El llamado "Reino de Hades".
Una en forma de flecha que sigue a continuaci?n la llaman Sagitario
y en ella se dan todos los aciertos y desavenencias en todos los
procesos religiosos de la Tierra con las guerras dogm?ticas y
todos los viajes de los navegantes y de los que emprendieron nuevos
horizontes en el esp?ritu como profetas y Mes?as que han ayudado al
hombre. La siguiente estancia la llaman Capricornio, y todas las
autoridades, reyes, sus formas y modos, as? como la experimentaci?n
y las profesiones de todos los hombres sobre la Tierra y sus
anhelos est?n all? anotados para ser consultados como un eterno
libro. Ahora es Acuario que anota los procesos de la amistad y la
fraternidad universal as? como los actos de nuevos senderos, los
inventos y las acciones de nuevos horizontes de la ciencia. En esta
estancia al parecer estaba prepar?ndose la jerarqu?a que
gobernar? y dictar? las nuevas leyes en la Tierra para los
dos pr?ximos milenios. Y por ?ltimo Piscis, repleta de hechos y
maneras, hospitales, dolores, limitaciones, c?rceles y junto a esto,
ocultistas, esoteristas, energ?a de disoluci?n y
vicio.
Y
habiendo recorrido todas las estancias, Juan se da cuenta de que
todo es uno y el uno est? en todo. Que los hombres son Cristo
y que Cristo es los hombres. Que el mal y el bien est?n ?ntimamente
ligados a nosotros mismos y que la sabidur?a del sistema solar crece
en la proporci?n de nuestro crecimiento y de nuestras virtudes. Y
por primera vez comprende la afirmaci?n del Maestro Jes?s: "Yo soy
la vid y vosotros los sarmientos".
Realizado este proceso y antes de vestirse con los distintos h?bitos
para tomar cuerpo en la Tierra, de ponerse los cuerpos que
sacara de los universos antes recorridos en sentido ascendente, debe
reunirse con los responsables del karma, que son seres venidos de
los distintos logos y de las diversas jerarqu?as, quienes le
confeccionan la
Carta Natal de tal manera que si pec? en su vida
anterior con el amor, sea Venus ahora a exigirle compensaciones. Por
tanto ver?is en la Carta Natal de Juan que este planeta
est? "afligido". Junto con el amor pec? con el sexo, as? pues
ese Venus estar? seguramente en Escorpio o habr? alg?n
aspecto de Plut?n con ellos. Todo se programa como una gran
computadora.
Las jerarqu?as que han anotado tambi?n las virtudes, acudir?n a
posicionarse en su Carta en forma m?s arm?nica, para ayudar a
la realizaci?n de la vida en la mejor manera posible y sin que los
actos programados para Juan, perjudiquen a los seres que
simult?neamente deban vivir con ?l, que a su vez est?n en funci?n de
sus propios karmas individuales. Si fue violento ser? la
jerarqu?a de Marte a pedirle cuentas y le dictar?
matem?ticamente los modos y maneras a lo largo de la siguiente vida.
All? Marte le visitar? en forma positiva y negativa para que
aprenda y salde las cuentas.
Tambi?n en
este caso si ha realizado o almacenado conocimiento de otros logos,
estos se pondr?n en la Carta Natal de Juan en forma o
angulaci?n favorable para que le sea m?s f?cil.
Y
as? sucesivamente, todo queda sujeto a la tremenda potencia del
destino escrupulosamente reflejado en un espacio y en un tiempo del
siguiente nacimiento que est? por llegar. Y Juan nace con
p?rdida de toda esta conciencia, con m?s guantes sobre su mano y sin
que pueda tocar tambi?n como al principio, esperando su destino y
que el n?mero, forma y concepto de la Carta Natal
se conjuguen en la satisfacci?n de las cuentas pendientes y en el
empuje de la evoluci?n que como todo ser humano debe
tener".
Heliocentro
Libro Elijah , el Se?or de la
Tierra
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